Ideal para la sanación emocional y conexión con la naturaleza.

Los usos y conocimientos tradicionales del cactus de San Pedro (huachuma) han sido declarados Patrimonio Cultural en muchos paises, con una historia de 4.000 años de uso continuo de la planta. El mundo tradicional de la huachuma se centra en las comunidades indígenas y mestizas. Estos legítimos herederos de la planta siguen afrontando nuevas experiencias.

Tradiciones indígenas

La huachuma es una de las plantas más sagradas del Perú. El uso del cactus San Pedro en el Perú se remonta a más de 4000 años. Hay evidencia arqueológica encontrada en una región de Perú cerca de la Cordillera Blanca, que alguna vez fue el hogar de la cultura Chavín, que demuestra el uso prolongado de la huachuma en esa región. Los Chavín fueron la primera civilización peruana desarrollada e influyeron enormemente en todas las civilizaciones de esa región, incluida la Inca.

El etnobotánico Richard Evans Schultes escribió sobre San Pedro en el libro Plantas de los dioses que está «siempre en sintonía con los poderes de los animales y seres que tienen poderes sobrenaturales… Los participantes (en las ceremonias) son ‘liberados de la materia’ y emprenden un vuelo a través de regiones cósmicas… transportados a través del tiempo y la distancia de una manera rápida y segura». Cita a un chamán andino que describe algunos de los efectos de la planta: «Primero, un estado de ensoñación… luego grandes visiones, una limpieza de todas las facultades… y luego el desapego, una especie de fuerza visual que incluye el sexto sentido, el estado telepático de transmitirse a través del tiempo y la materia, como un traslado de pensamientos a una dimensión distante».