Se está produciendo un cambio: cada vez más personas buscan caminos alternativos para sanar y lograr una conexión más profunda con ellas mismas y con el mundo que las rodea. El Kambo es una parte importante de este cambio.

Tradiciones indígenas.

Durante miles de años, la práctica del Kambo se mantuvo en el bosque; no fue hasta la década de 1990 que los recolectores de caucho, mitad indígenas, conocidos como el pueblo Cobocla, aprendieron la práctica de los nativos y comenzaron a llevarla a las ciudades de Brasil. A partir de ahí, el uso del Kambo se ha extendido lentamente por todo el mundo, ganando un impulso masivo en los últimos diez años.